La Espera

Ahora estoy esperando.

¿Qué espero? Sucesos impredecibles: tener bastante hambre para comer, que aparezca alguien dispuesto a compartir mi ociosidad, que alguien derrame el café de máquina sobre otra persona, que suene la sirena de incendios… cualquier cosa.

Simplemente, espero. Algunas ideas revolotean como mariposas, pero son igual de erráticas y pasajeras… desaparecen, se esfuman… paso de una a otra sin poder retener ninguna.

Esta noche he soñado que estaba en Gran Hermano. Yo le colgaría el teléfono a cualquiera que me dijera eso, así que he de hacer una aclaración por lo menos: en serio que yo no veo Gran Hermano, en serio que no me gusta. Ninguno de esos programas de gente que convive y se pelea. Estaba en GH y a la vez con unos compañeros de prácticas, íbamos todos en un autobús. No llegaba tarde a un examen, no había perdido el tren para casa, no estaba encerrada en un ascensor, no estaba frente a unas escaleras tan inclinadas que daba miedo subir. No había ninguna sensación de agobio, o de prisa. Se me ha ocurrido que puede deberse a dos cosas:

1) Que los sueños no significan nada
2) Que realmente “alguien” está metiendo publicidad en ellos.

No sé por qué, pero me he levantado contenta y sin el despertador. Y tengo unas ganas tremendas de que saquen Hotel Glam 2. Qué ilu.