martes, abril 18, 2006

Abrefácil, y una mierda.

Lo digo en serio, los fabricantes nos toman el pelo. Diseñan un mecanismo imposible de abrir y le colocan la consabida etiqueta, satisfechos. Seguro que la leen y se mueren de risa, pensando en el incauto consumidor y sus previsibles intentos de acceder al contenido del producto en cuestión. Yo tengo una colección de objetos inexpugnables: un bote de mermelada al vacío (pero con varias atmósferas de vacío, digo yo; abrirlo debe equivaler a liberar un agujero negro… bidimensional lo menos), una lata de anchoas ahora prehistóricas sin arandela, un sobre de ketchup que en su día me pareció de lo más audaz deslizar en el bolso y que debería advertir: “Abrefácil. Mucho ojito con intentar romperlo con los dientes”, acompañado de un dibujo de una calavera mellada o algo así.

Lo peor de todo, sin duda, los piques. Cuando en público alguien te pide “Ábremelo”. Acabáramos. Maldición de nivel 3.

Yo lo he decidido. Vosotros haced lo que queráis, yo he perdido la fe en los abrefáciles. Ya sólo creo en las navajas multiuso.

2 Comments:

At 20/4/06 20:15, Blogger demóstenes soltó...

Por supuesto abrefácil es un compuesto que indica que el susodicho recipiente se abre fàcil cuando se abre, porque en la mayoría de las ocasiones o se rompe el abrefàcil o simple y llánamente no se abre.
Desde aquí propongo a los señores fabricantes que en vez de colocar abrefàciles hagan los recipientes abiertos con el fin de evitarnos molestias ;-P .

 
At 21/4/06 09:46, Blogger ameba soltó...

Sí... Sería interesante verte volver a casa del supermercado... ;)

 

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