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Fumar puede matar,
pero también matan tus besos.
Llorar puedo llorar
pero por ti yo ya no quiero
Y ya no aguanto más,
porque el tiempo se me va...
No quiero, no quiero
servirte, vida mía, de cenicero.
Me siento Pulgarcito recién salío del cuento,
pequeño y atontao delante de tu cuerpo.
Y hoy siento que la vida
se ríe de mí en la cara,
tan grande el paraíso
y yo he escogido tu manzana.
No sé para qué me mientes
con tu amor es suficiente
ya no quiero más mentiras
que no curan con alcohol.
Ya no quiero tu cariño,
ya no quiero tu destino,
ya no quiero tu dolor.
Soñar, solía soñar,
pero por ti yo ya ni duermo.
Ni duermo, ni como, ni bebo,
me mustio por dentro,
me mata el silencio.
No quiero, no quiero
servirte, vida mía, de cenicero.
Me siento Pulgarcito recién salío del cuento,
pequeño y atontao delante de tu cuerpo
y hoy siento que la vida
se ríe de mí en la cara,
tan grande el paraíso
y yo he escogido tu manzana.
No sé para qué me mientes
con tu amor es suficiente
ya no quiero más mentiras
que no curan con alcohol.
Ya no quiero tu cariño
ya no quiero tu destino
ya no quiero tu dolor.
dicho por ameba @ 9:05 a. m.
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2 Comments:
Upps, vaya, ¿es una canción? ¿de quien(si lo es)?
Suena bonito, muerte al tabaco, y de paso a la coca, porros, y resto de drogas...
ESPACIO SIN HUMOS
Tú siempre reivindicando buenos pensamientos...
Es "Con tu amor es suficiente", de Melendi. Ya ves, me dio por ahí. La frase que más me gusta es la del cenicero, sin duda. Tiene una especie de rencor y agonía vital que me conmueven.
Y hablando de sorpresas, con el despiste acabo de imprimir unas 60 páginas con la cara B del revés. Que tiemble el Amazonas.
PS: Se alquila cuasi-teleco barata.
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