miércoles, septiembre 26, 2007

Trencadís De Full

La jornada intensiva deja paso a una jornada absurda. Doce horas más hora y media de transporte hacen trece y medio. No da mala suerte pero casi.

Las cuentas no salen, el tiempo no sale, el cómputo no cuadra y recibo mails preguntándome por las horas perdidas. Reviso todo, ya cuadran las horas, nadie sabe qué hago y yo nunca sé qué hace nadie, pero todo encaja.

Somos una gran familia.

Una gran máquina que, sorprendentemente, ¿funciona?

Un no jefe mío vende a otro lo que yo he hecho, delante de mí, hablando siempre en un plural mayestático que he de suponer que me incluye, y yo asiento y afirmo con indiferencia, con deferencia, con ¿profesionalidad? Parecen satisfechos y las horas de mi tiempo que tiran a la basura por incoherencia organizativa, si tal palabra existe, son remuneradas como las que sirven de algo.

Todos contentos.

Quiero salir de este manicomio.

domingo, septiembre 23, 2007

The Chinese Man

El hombre chino es menudo y oriental, diríase que turco. Pero se llama Yan Tsé Kián, todos hemos intuido hace semanas que no es marroquí ni filipino, que es chino con todas las letras.

Aún así le llamamos Jara-Kiri a menudo, para que no se sienta integrado, para que se sienta chinpo, para que sepa que no hacemos distinciones entre la gente de ojos rasgados.

El hombre chino de rasgos africanos se peina la corta cabellera a modo de cresta, con mechas rubias, totalmente sofis, totalmente metrosesuales. Le queda de muerte, ni que decir tiene.

Habla rápido y es de gestos breves y prácticos. Es entusiasta e innato líder. Dice y cree, motiva, dirige, planifica y resuelve, aún sin tener ni puta idea de lo que habla.

Sencillamente me deslumbra, este especimen de la fauna madrileña.