miércoles, junio 28, 2006

El PeCeCiTo

Mi papá tenía un pececito, un pececito naranja al que llamábamos Tomás. Le teníamos mucho aprecio porque era un simpático animal, y mi papá consiguió acostumbrarle a vivir fuera del agua, y lo sacaba a pasear a menudo atado con una correa, como si de un perrillo se tratase.
Un día después de que hubiera llovido, salieron papá y Tomás a dar una vuelta, con tan mala fortuna de que Tomás se cayó a un charco y se ahogó, el pobrecito.

jueves, junio 22, 2006

+\/\/||\| 50|_||_

Fumar puede matar,
pero también matan tus besos.
Llorar puedo llorar
pero por ti yo ya no quiero
Y ya no aguanto más,
porque el tiempo se me va...
No quiero, no quiero
servirte, vida mía, de cenicero.

Me siento Pulgarcito recién salío del cuento,
pequeño y atontao delante de tu cuerpo.

Y hoy siento que la vida
se ríe de mí en la cara,
tan grande el paraíso
y yo he escogido tu manzana.

No sé para qué me mientes
con tu amor es suficiente
ya no quiero más mentiras
que no curan con alcohol.
Ya no quiero tu cariño,
ya no quiero tu destino,
ya no quiero tu dolor.

Soñar, solía soñar,
pero por ti yo ya ni duermo.
Ni duermo, ni como, ni bebo,
me mustio por dentro,
me mata el silencio.
No quiero, no quiero
servirte, vida mía, de cenicero.

Me siento Pulgarcito recién salío del cuento,
pequeño y atontao delante de tu cuerpo
y hoy siento que la vida
se ríe de mí en la cara,
tan grande el paraíso
y yo he escogido tu manzana.

No sé para qué me mientes
con tu amor es suficiente
ya no quiero más mentiras
que no curan con alcohol.
Ya no quiero tu cariño
ya no quiero tu destino
ya no quiero tu dolor.

jueves, junio 15, 2006

13 No

No siempre se puede tener razón en todo. Es cierto, pero ¿y de vez en cuando? ¿Cuándo me toca tener razón a mí? No razón en parte, un poco de razón, no, yo digo, razón 100%. ¿Cuándo me toca a mí poder oír "Oyes, tienes razón, pero cuánta razón tienes, fíjate. Un pegote de razón, toda la razón, toda, todita, TODA"?, ¿eeeeh? ¿Cuándo? ¿Ahora? ¿Y ahora? ¿Y ahora? ¿Falta mucho? ¿Yaaaa?

Pues lo dicho. Odio no tener razón.

Con Su Mismo

Iba a ser bueno. Iba a ser curativo. Iba a ser la panacea.

Como todas esas supuestas soluciones rápidas y efectivas, ha resultado ser un desastre.

Ahora que la tele del salón está 24 horas al día ofreciendo imágenes variadas de sociedad cutre-fónica, telediarios y películas de sobremesa, y mi consola guardada piadosamente en su caja, y de esta sana y totalmente dictatorial manera, llevo 3 semanas y dos días sin jugar, yo, no es que me haya acostumbrado dócilmente a la situación, sino que ahora NECESITO jugar urgentemente. Lo necesssito, mi tesssoro. Así que la idea de adquirir una portátil me ronda dolorosamente la neurona. Como sea. Llorando, rogando, pidiendo, robándola. Incluso pagando.

Por ello tengo una nueva idea obsesiva idea obsesiva idea obsesiva idea obsesiva. Lo hago oficial pues ya es evidente que no se trata de otra cosa.

Iba a ser terapéutico, iba a ser lo mejor, iba a ser ideal de la muerte.

Han creado un monstruo.

martes, junio 06, 2006

Co Co ParroT

Pero qué pasa.

Tenía unas ganas ínfimas, digo, infinitas, de empezar una entrada con esa frase. Pero qué pasa. No negaré que ha sido… fácil.

Sospechosamente fácil.

¿Pensabais que sería más difícil? Pues no. Nope. Noooope. Ha sido… fácil. Sí, fácil.

¿Demasiado fácil?

Quizá.

Vamos, que podría parecerlo.

Pero… ¿y si sólo lo parece, y no lo es? Bien.

Os dejo con esa reflexión, ahora que he cumplido mi objetivo. Me voy a buscar nuevos retos.