miércoles, enero 16, 2008

Browning Dribling

Qué fuerte, tron.

Resulta que, en estando in media res pre-marroning, y en teniendo cosas personales más interesantes que realizar vitalmente hablando, anoche tuve la nada despreciable idea de enfermar hoy, o enfermar a alguien a quien cuidar para excusarme de la jornada de hoy.

Pero pensé en Mr. J, mi fiel y sufrido compañero de andanzas, afrontando él solo, triste y desvalido, el peligro y, sobre todo, el tedio del día laboral, y en aras de eso y de que no me despidan, pues oye, he hecho como cualquier otro día, he cogido mi petate y me he subido en mi vagón, con tacones pero sin falda, dispuesta más que nunca a triunfar como la pepsi y compartir nuevas y emocionantes aventuras en mi día laboral. He llegado media hora tarde, ha pasado media hora más y... ¿a que no sabéis quién no da señales de vida, existencia ni agonía? Efectivamente. Mr. J debe andar en alguna fase onírica bastante más productiva que cualquier oficina bancaria plagada de mercenarios tecnológicos.

En definitiva: que él sí que sabe.